jueves, 13 de junio de 2013

La sexualidad como frontera entre presas

Raquel Osborne, socióloga profesora de la Uned, nos presenta en su artículo "La sexualidad como frontera entre presas políticas y comunes bajo los nazis y el franquismo", reflexiones que sirven para comprender el encarcelamiento de las mujeres en la etapa franquista y en los campos de concentración, y que al mismo tiempo, dan pistas para comprender la vivencia de la sexualidad en el encarcelamiento actual como forma de resistencia.

Aquellas mujeres encarceladas durante la dictadura franquista que tenían un marcado carácter político, se distanciaron de las presas comunes, dejando a un lado prácticas homoeróticas y masturbatorias. Lo mismo ocurrió con aquellas mujeres españolas en campos de concentración nazi. El artículo ahonda en las razones por las cuales las presas políticas tomaron esta posición. Además de ser consecuencia de la mentalidad de la época, especialmente de la mentalidad de la clase trabajadora, una de las razones más importantes que explican tal rechazo en el contexto carcelario, fue que el sistema penitenciario se regia por una política de "dejar hacer" en materia de sexualidad que le permitía tener controladas a las mujeres presas. Esta era una forma de obtener obediencia y en ocasiones complicidad por parte de las presas comunes. Frente a ello, las presas políticas se resistieron manteniéndose  dentro de los límites de la moralidad sexual imperante. No en vano, la homosexualidad las exponía a una enorme vulnerabilidad a la represión, que como presas políticas no se podían permitir.

Por otra parte, la ciencia psicológica bajo el régimen, cuyo máximo representante fue Vallejo Nájera, se encargó de desarrollar una serie de teorías acerca de las mujeres delincuentes rojas como depravadas, enfermas sociales, brutales y degeneradas. Ante ello, las presas políticas se diferenciaron de las comunes a través de la dimensión sexual. Así, la masturbación y las relaciones lésbicas fueron rechazadas en favor de una férrea autodisciplina sexual, que da cuenta de cómo las cuestiones relativas al cuerpo y la sexualidad tienen una dimensión pública y política. La máxima feminista acuñada por Kate Millet "lo personal es político", cobra en estas circunstancias especial relevancia. 

Sin embargo, ello no significó que no existiese deseo entre mujeres. Éste se sublimaba en ocasiones a través de la amistad, de habar mucho de amor, o del fanatismo político o religioso.

El texto completo se puede leer en este enlace de la revista Política y Sociedad.

domingo, 9 de junio de 2013

Mujeres Presas Bajo Sospecha

Las mujeres encarceladas durante el franquismo, tienen un espacio en la muestra "Mujeres Bajo Sospecha. Memoria y Sexualidad (1930-1980)", que podemos ver hasta el 16 de junio en la sala Montehermoso de Vitoria-Gasteiz. La exposición es fruto del trabajo de documentación acerca de la historia no oficial de aquella época en lo relativo a la represión de la sexualidad femenina. Pero también se incluyen de los espacios de contestación, es decir, esas resistencias silenciosas, que no pasaron a la historia. Es, pues, tal y como relatan las comisarias de la exposición, Raquel Osborne y María Rosón, un "archivo subalterno", a partir de colecciones particulares de fotos, cartas, libros, ropa y de más objetos. 
La muestra se separa en cinco áreas temáticas que corresponden a cinco categorías de mujeres, categorías siempre porosas y complejas, por otro lado.
1. Las modernas, que corresponde a las mujeres de la segunda república. La modernidad se encarna en los cuerpos de las mujeres, quienes se empiezan cortar el pelo, quitar el sombrero y vestir según la moda decó de la época.
2. Las individuas de dudosa moral, donde se incluye entre las prostitutas, las lesbianas y las rapadas, a las presas políticas.
3. Las domesticadoras del régimen, esto es, las monjas y las mujeres de la Sección Femenina de la Falange. 4. Las decentes, que fueron las mujeres de clase alta cercanas al régimen que vieron salvaguardada su reputación. Aquí se incluyen materiales de la cultura popular, que contenían mensajes domesticadores pero que, al mismo tiempo, daban lugar a puntos de fuga, a la imaginación de diferentes realidades. Es tanta la fuerza de los imaginarios.
5. Finalmente, las liberadas (o no tanto) de finales de los años 70 y principios de los 80, entre las que se empiezan a hacer hueco nuevas ideas acerca de la sexualidad, nuevas prácticas y nuevos espacios. Es el momento en que se empieza a reivindicar el derecho al aborto, se habla de anticoncepción y el cine se "destapa".

Las mujeres presas políticas son duramente represaliadas durante el franquismo, e intentan ser doblegadas moralmente, a través de un férreo adoctrinamiento religioso. Muestra de ello son las imágenes que se pueden ver de la tristemente famosa cárcel de Saturrarán (País Vasco). 

También pueden verse valiosos testimonios de las experiencias de las mujeres encarceladas, que quedaron reflejados en libros como "Desde la niebla" de Juana Doña, o las formas clandestinas que ideaban para comunicarse y organizar la resistencia desde dentro de las cárceles.

Recomendamos vivamente que aprovechen toda esta semana que queda (hasta el domingo) para ver in situ una muestra que, por su trabajo de documentación, y por su perspectiva resulta una aportación valiosa a la comprensión de la historia reciente, y del contexto actual. Como dijo María Rosón, en su presentación: "El pasado es como un fantasma. Necesitamos hacer  memoria en colectivo para que desaparezca".

Para más información y para saber los próximos destinos de la exposición, se puede seguir su página de Facebook.

Finalmente, abajo incluimos un reportaje acerca del proyecto "Mujeres Bajo Sospecha" que es la base investigadora de la muestra. Aquí se aportan información y análisis sobre el cuerpo y la sexualidad de la época, que ayudan a una mayor comprensión de los objetos que encontramos en la exposición.

martes, 4 de junio de 2013

Presodelescorts.org (II) Música de Laboca

En una entrada anterior, presentábamos la página web Presodelescorts.org, la cual materializa un proyecto de recuperación de la memoria de la prisión de Les Corts (Barcelona) de la dictadura franquista, y de las experiencias de las mujeres que estuvieron allí encarceladas. 
En su  momento, ya señalamos que este proyecto contiene importantes elementos innovadores y que reúne a numerosos agentes sociales provenientes de diferentes disciplinas. Pues bien, en esta ocasión, presentamos la aportación del grupo Laboca con su álbum Ventas/Les Corts, donde los temas musicales han sido compuestos a partir de testimonios de mujeres encarceladas en la cárcel franquista de Les Corts y también en la cárcel de Ventas de Madrid. Las voces sampleadas de las protagonistas se mezclan con subversiones de coplas de ese momento. Voces de Tomasa Cuevas, Trinidad Gallego, Juana Doña, María Salvo, Soledad Real y Joaquina Dorado.
Gracias a la generosidad de Laboca, podemos escuchar su  música aquí mismo.